La República Presidencial es el periodo, de la historia de Chile comprendido entre la aprobación de la Constitución de 1925 el 18 de septiembre de 1925, bajo el gobierno de Arturo Alessandri Palma, hasta la caída del gobierno de la Unidad Popular, dirigido por el presidente Salvador Allende (el 11 de septiembre de 1973).
Una vez que
Arturo Alessandri Palma obtuvo la aprobación de la nueva constitución, se vio enfrascado en una agria polémica con su entonces popular ministro de defensa, el coronel
Carlos Ibáñez del Campo. Alessandri había vuelto del exilio con el fin de dar término a su período presidencial. La reforma de la constitución lo había convencido de la necesidad de presentar un candidato único a la presidencia de la república. Pese a lo anterior, las ambiciones personales de Ibáñez pesaron, y él –en contra de la opinión de su presidente- apoyó un manifiesto de varios
partidos políticos que apoyaba su propia candidatura. Ante estos hechos, y dado que parecía una candidatura oficial, el gabinete renunció en plena polémica.
Frente a esta situación Ibáñez presionó al presidente recordándole que sólo podría gobernar emitiendo decretos con su firma, ya que era el único ministro del gabinete. Pese a que era técnicamente correcto, Alessandri no soportó la extorsión, designó a
Luis Barros Borgoño como Ministro del Interior, y renunció por segunda vez a la presidencia el
2 de octubre de aquel año.
[editar]Emiliano Figueroa Larraín (1925-1927)
Por un acuerdo entre partidos, tras la renuncia de Alessandri fue electo para sucederlo
Emiliano Figueroa Larraín, que heredó de su antecesor al ministro de defensa, coronel Ibáñez del Campo. Éste ejerció una considerable influencia sobre el presidente, y posteriormente regularizó esa influencia haciéndose nombrar ministro del Interior.
La presión sobre el presidente se acentuó cuando Ibáñez extendió sus presiones políticas sobre el Poder Judicial, llegando a vejar la investidura del presidente de la
Corte Suprema,
Javier Ángel Figueroa, hermano del presidente de la República. Esto causó la renuncia de Figueroa.
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En las elecciones subsiguientes, Ibáñez fue el único candidato presidencial, con lo cual obtuvo el 98% de los votos.
[editar]Carlos Ibáñez (1927-1931)
El General Carlos Ibañez del Campo.
El gobierno de
Carlos Ibáñez del Campo fue muy popular mientras la economía anduvo bien, cosa que no duró mucho tiempo. Su gobierno siempre tuvo pretensiones de ser fuerte y nacional. No le desagradaba la comparación con
Mussolini y durante su período ejerció el poder con fuerza.
Se establecieron restricciones a la prensa, unos 200 políticos fueron relegados o expulsados (entre ellos Alessandri), se declaró la ilegalidad del
Partido Comunista y se atacó violentamente a los anarquistas y al movimiento obrero. El
Congreso y los partidos actuaron sumisamente ante estos hechos, y se le delegaron grandes facultades por medio de los
decretos con fuerza de ley o
D.F.L.. Ibáñez había encontrado en su
Ministro de Hacienda,
Pablo Ramírez, el apoyo que buscaba.
Uno de los acontecimientos más interesantes de la Historia de Chile se dio durante su gobierno, ya que en
1929 el general solicitó a los partidos listas de los candidatos al
Congreso Nacional, con el fin de dirimir él las candidaturas, para que no hubieran elecciones. Se encerró con las listas debidamente remitidas en las
Termas de Chillán, un centro de descanso, y allí eligió a los miembros de ambas cámaras del Congreso. Esta legislatura tuvo desde ahí el apelativo de
Congreso Termal.
Su gobierno fue enérgico mientras contó con el apoyo económico que daba la estabilidad mundial. Gracias a esto pudo emprender grandes obras y reformas. En materia de obras públicas, se realizaron grandes canales, desagües, puentes, prisiones, puertos, la fachada sur del
Palacio de La Moneda, el
Palacio presidencial de Cerro Castillo, en
Viña del Mar, etcétera. En materia institucional reunió a las policías locales en el cuerpo de
Carabineros de Chile (1927), la policía nacional, además de crear la
Fuerza Aérea, y las empresas
LAN Chile(
aviación) y
COSACH (
salitre). En materia internacional,
Chile y
Perú resolvieron la pugna pendiente por las provincias de
Tacna y
Aricapor medio del
Tratado de Lima, que le otorgó la primera al Perú y la segunda a Chile, más el pago de una compensación económica.
Pese a sus logros, los intentos de derrocarlos son inevitables para cualquier dictador. Un informe secreto de miembros de la cancillería chilena informó de una reunión de complotados que incluía a Alessandri, el coronel
Marmaduke Grove y dos personas más. Esto provocó su relegación a la
Isla de Pascua. En
septiembre de
1930 otro intento de golpe se produjo en
Concepción, pese a que fue totalmente sofocado.
Ibáñez no fue derrotado por un
golpe de estado si no que por la crisis económica mundial. El efecto del
crack de la Bolsa de
Nueva York se sintió en Chile con un buen período de distancia. Recién a finales de
1930 se empezó a vivir las primeras restricciones, que anunciarían una de las crisis más graves de la historia de Chile. El precio del
salitre y del
cobre se derrumbaron, mientras que
Estados Unidos y naciones europeas imponían altos impuestos a la importación de productos. El
desempleo en las minas del norte alcanzó en pocas semanas a varias decenas de miles de personas. En
1931 se cortó el flujo de crédito internacional, dejando virtualmente en la bancarrota al estado.
La reacción del gobierno, cualesquiera que fuera, era inoperante ante una crisis de esta magnitud. Pese a que se elevaron los impuestos a las exportaciones (71%), se estableció restricción a la salida de divisas, Ibáñez fue incapaz de mantener los pagos externos, mientras que las importaciones se tragaron el
oro de las reservas. El
13 de julio designó un
Gabinete de Salvación Nacionalcon
Pedro Blanquier y
Juan Esteban Montero. La combinación fue fatal, puesto que mientras Blanquier desvelaba el catastrófico estado de las finanzas, Montero levantaba la censura con la consecuente reacción del público.
Los estudiantes de las universidades de
Chile y
Católica se tomaron las calles, los colegios
médicos y de
abogados se sumaron, la represión policial no se hizo esperar y llegaron a matar a más de diez personas. Eso fue el punto final de Ibáñez. Ante los hechos consumados, renunció el
26 de julio, asumiendo el Presidente del Senado
Pedro Opazo y partió al
exilio al día siguiente. Opazo renuncia y el Congreso proclama entonces presidente al recién asumido Ministro del Interior
Juan Esteban Montero.
[editar]Juan Esteban Montero (1931-1932)
Montero poco podía hacer ante esta grave situación. Se establecieron comités de ayuda a la cada vez más grande masa de cesantes que empezaron a emigrar a las ciudades. Montero acepta la candidatura presidencial para las elecciones de octubre de ese año, para asumir en diciembre oficialmente. Para ser candidato debe dejar el cargo en manos de su ministro Manuel Trucco Franzani, quien debe enfrentar la grave situación de la
Sublevación de la Escuadra. Mientras tanto Alessandri había regresado a
Chile y se inició la carrera por la presidencia entre Alessandri y Montero, de la cual salió triunfador Montero (64% de los votos el
4 de octubre de
1931).